El histórico: ¡A PARAR PARA AVANZAR!

¡En Colombia parando se logran las cosas!, definitivamente un gobierno soberbio (que cada día demuestra ser menos colombiano), ha temblado frente al Paro Nacional, frente a un pueblo, que aunque sufre ante la indiferencia de sus gobernantes, tiene de sobra fuerza y aguante, un pueblo conformado por gente que es capaz de adaptarse a las situaciones,  gente que se ha hecho sentir, por más de un mes, dando la lucha, aún en medio de temores, como perder a un hijo, como mirar el sufrimiento de un amigo que salió herido en los enfrentamientos entre ESMAD y MANIFESTANTES, ver con tristeza como saquean un negocio propio, ese negocio que se levantó con tanto esfuerzo y sacrificio, ver como no hay gas para preparar los alimentos, ver como empieza el desabastecimiento de productos para el hogar y los alimentos, entre otros temores, nuestra gente se ha buscado la manera se seguir delante de ¡PARAR PARA AVANZAR!.

Quién iba a pensar que  la juventud se iba a robar el protagonismo de uno de los paros más largos que ha vivido este país, pues esos jóvenes que parecían vivir aceptando cada decisión mal tomada por malos gobernantes, han demostrado su gallardía frente a esta difícil situación, y además con sus actos, han motivado a salir a marchar a personas de todas las edades, probando que cada colombiano es más valiente de lo que creía y es así como el parar es un avance, posiblemente doloroso pero valiosos, y como en tdo, muchas personas creen que todo esto ha sido en vano, ven este paro demasiado pequeño como para cambiar el enorme problema del país, pero como bien dicen por ahí “pequeños actos desencadenan grandes cambios”.

La lucha en contra de las malas decisiones de un gobierno corrupto, se puede quedar plasmada, posiblemente, en el olvido, sin embargo, siendo este un acontecimiento tan grande, lleno de sacrificios económicos, académicos, vivenciales y sobre todo un sacrificio de sangre, porque muchos han parado y han levantado su voz para expresar inconformismo frente a gobernantes, que no tienen las agallas para aceptar que se equivocaron; personas que sin armas, sólo levantando las manos en símbolo de lucha, perdieron la vida y otros que con armas perdieron la dignidad y la credibilidad; un suceso como este debe obligatoriamente prevalecer hasta siempre, para que todas las generaciones venideras, se den cuenta de las injusticias, el dolor y el miedo que se ha vivido, en lo que pronto (si es que sigue el: ¡A PARAR PARA AVANZAR!), serán dos meses, en los se ha visto que “la unión hace la fuerza”, que “la vida es para quien la lucha”, que de nada sirve “quedarnos de brazos cruzados”.

La historia merece reconocer a todos los que en este tiempo han sufrido, a todos los que aún tienen heridas en el alma pendientes por sanar, a todos los que vieron sus negocios cerrar, a todos los que aún esperan a sus familiares desaparecidos, a todos los que aún tienen esperanza de que el país cambie, a todos los que posiblemente se tardarán en recuperar el respeto de los ciudadanos, a todos los que sembraron odio y a los que esperaron con paciencia para desvanecer ese sentimiento hostil con amor, a todos los que “viven del diario”, a todas los padres de familia que no dejaron salir a sus hijos a protestar y a los que si los dejaron e incluso salieron a protestar con ellos (¡cómo olvidar a las mamás en primera línea!), a todos los que llevaron alimento a los manifestantes, a todos los que repudiaron cada marcha y vieron con desagrado a los que salieron a marchar, a todos… A todos y cada uno de los que viven este paro, debe recordarlos la historia, porque a todos les afecta, a todos los paró el paro, y todo esto simplemente, bien o mal, para avanzar.

Por: Melissa Burbano Gaviria